




No hay momento más feliz para mí en primavera que cuando empiezan a florecer todos los árboles frutales de nuestro jardín. Me encanta cortar ramas para traerlas a casa y reorganizar todo lo que está a la vista para colocar estas bellezas. Aunque solemos colocar las ramas más grandes en mesas de comedor, encimeras de cocina y repisas de chimenea, he pensado en enseñarte a colocarlas en tu mesa de centro este año.
Empecemos por el elemento principal: las ramas. Un consejo: me gusta cortar las ramas que tienen una forma más interesante. ¿Ves cómo la de la izquierda se curva un poco? Añade un bonito flujo orgánico a la forma del arreglo. Coloca las ramas una a una en un jarrón bajo y ancho. Se trata de mantener las cosas imperfectas, así que no te compliques demasiado. Deja espacio para que otros objetos puedan vivir bajo el arreglo. Si tienes problemas para mantener las ramas en su sitio, te recomiendo que coloques una rana grande en el fondo de la jarra.
A continuación, añadimos algunos elementos, ¡siempre en número impar! Si tienes una mesa de centro más pequeña, puedes poner tres de estos elementos en lugar de cinco. Una bandeja redonda de mármol y una pila de libros son siempre una combinación ganadora. Cuando mezcles objetos, ten en cuenta la forma. (ángulos cuadrados frente a redondos)altura (¡siempre es bueno tener variedad!)y flujo (¿invitan los objetos al ojo a recorrerlos todos?).
Aquí, empecé con la bandeja de mármol como los elementos más grandes. Añadí velas de columna para dar un poco de altura, lo que ayuda a conectar la mirada desde las ramas altas hasta los elementos más bajos de la mesa. Para equilibrar este elemento “más pesado” de la derecha, una bonita pila de libros a la izquierda. Fíjate en que hemos introducido una nueva forma con los rectángulos.
Una vez que tuve esos elementos más grandes, busqué por toda la casa algunas piezas que funcionaran con la paleta y el estilo que había empezado. Uno de mis trucos favoritos es llenar un cuenco vintage de madera con cuentas de cristal. (Nota al margen: tengo un post entero dedicado a por qué me encantan las cuentas como herramienta de estilismo). En este caso, elegí el blanco con un rosa suave para resaltar el color de las flores. Los abalorios aportan un movimiento orgánico tan bonito al entorno.
Por último, añadí el libro individual. Este elemento me llevó varios intentos (¡incluso los estilistas experimentados tienen que jugar un poco para encontrar el ajuste perfecto!). Quería otro elemento cuadrado aquí, y no quería necesariamente otra bandeja. Pero sola parecía una tontería. Considerando el libro como su propia superficie de estilo, añadí tres (¡siempre extraño!) elementos sencillos para darle su propio momento. Un pequeño jarrón lleno de flores, una caja de cerillas… (¡tiene sentido con las velas!) y una roca favorita (¡eso existe!) en un verde suave.
Por último, di la vuelta e hice algunas capas finales. Añadí más rocas junto con las velas, para rellenar un poco la bandeja y también para enlazar con la otra roca. Rematé la pila de libros con un plato vintage de latón con conchas marinas y otra caja de cerillas. También puedes utilizar posavasos u otros elementos prácticos. A mí me gusta encontrar cajas o bandejas en las que quepa perfectamente el mando de la tele, por ejemplo.
¿Qué te parece el conjunto de estas piezas? Estoy impaciente por recrear otro ambiente como éste en cuanto broten nuestras flores.
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